Transilicitana 2020🏃‍♀️🏃‍♀️🏃‍♀️🏃‍♀️💪💪💪👏👏👏🥇🥇🥇🥇🥰🥰🥰






¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Holaaaaaaaaaaa!!!!!!!!




La decisión de embarcarme en esta locura, estaba tomada desde ya hacía varios años. Todo empezó cuando dos de mis compis corredoras hicieron esta prueba y disfrutaron tanto consiguiendo terminar un reto tan importante para ellas que ya empezó a picarme el gusanillo.

Había que pensar que aunque el recorrido es por el término municipal de Elche, nadie te quita que son más de 100 kilómetros durante 24 horas (o menos, si puedes lograrlo). Empezar el día corriendo (y andando), que llegue el medio día y seguir, que llegue la tarde y continuar, la noche, he incluso la madrugada ( algunos ven amanecer completamente) y seguir corriendo (y andando). No tenia que ser muy fácil, la verdad.



100 kilómetros son 100 kilómetros. Lo mires por donde lo mires. Y esos kilómetros.... son muchos.


Al trabajar en un comercio, los sábados estaban ocupadísimos por lo que no podía participar ni en esa prueba ni en ninguna que fuese sábado. A excepción de que coincidiera con mis vacaciones de febrero que normalmente me daban 1 o 2 semanas ya que era temporada baja y si coincidía la carrera en este mes podía elegir las vacaciones para que coincidiera la carrera y poder participar en ella. Encima, esta prueba, en 2017 fue el 11 de marzo, en 2018 fue el 18 de marzo y en 2019 fue el 4 de mayo y ningún año coincidía que fuera en febrero para coincidir con mis vacaciones.



Por suerte o por desgracia, la crisis llegó a mi trabajo y finalizaron mi contrato en noviembre por lo que ya tenía la posibilidad de poder participar en la prueba ya que estaba desempleada. Lo único malo, no  quedaban dorsales desde hacía ya mucho mucho tiempo. Bueno, lo único que podía hacer, era entrenar con las chicas ( ahora que tenía tiempo) y esperar a que alguien me vendiera un dorsal antes de la carrera.

Unos días más tarde me llegó la gran noticia de que había un dorsal disponible para mi!!! Alguien conocido sufrió una lesión y el médico recomendó operar por lo que no podría competir en en esta prueba y decidió venderlo. Menuda alegría!!! Ya podía entrenar con mucho motivo y preparar mi primera Transilicitana por fin!!! Mi primera ultra. Mi primera prueba de ultra resistencia. Que pasada!!!

Lo comunique a mi entorno, a mis amigas y por donde pude porque estaba tan emocionada que quería compartirlo!!! Y, pasó lo que no tenía pensado, encontré trabajo.
A ver, no es que no me alegrara, al contrario, estaba contenta porque pensaba que iba a tardar mucho más en encontrar trabajo y no fue así. Solo 15 días estuve desempleada. Y claro está, al encontrar trabajo ya no tendría tanto tiempo para entrenar, pero bueno, buscaría otros horarios y cambiaría un poco la forma pero algo haría, claro que si.

La Transilicitana este año era en febrero, concretamente el 22 de febrero. Por lo que disponía de mucho menos tiempo para poder prepararla en condiciones. Además, al empezar a trabajar y ponerme tan temprano me sentía cansada y no tenía tantas ganas de entrenar como me hubiera gustado. Desde luego algo entrenaba pero no llegaba al objetivo semanal nunca.
Y así, entrenando poco llegamos al día previo a la prueba.



Con una mezcla de ganas, nervios y miedo fuimos a por el dorsal. Un dorsal, el cual, en principio me acompañaría durante los más de 100 km que dura la prueba. Con mi declaración jurada, y mi DNI recogí aquel dorsal, mi pasaporte de carrera y mi bolsa del corredor. Este año, con una pedazo de sudadera negra preciosa, un buff a juego y una botella ideal todo dentro de la mochila del corredor haciendo juego. Una caña de bolsa.



Ya había tenido alguna que otra conversación con mi gente (sobre todo con mi mami), que si no me encontraba bien, abandonaría. No me lo pensaría. Y que si tuviera que andar más, andaría más. Todo con cabeza. Pero con muchas ganas. Esa noche, cenamos pronto y dejamos todo preparado para no perder mucho tiempo por la mañana y a la cama que descansar lo que se pudiera dentro de los nervios que estaban muy presentes.



Por fin, llego el gran día. Desayuno en condiciones, equipados para lo que venga y a por la faena. Quedamos con nuestros amigos y nos bajamos juntos hacia la salida. Allí, empieza ha llegar gente y hacernos fotos en el mosaico. Llegan nuestros amigos Games y mis amigas Maquinetes. Bastante gente congregada para participar en esta carrera, la verdad. Con razón los dorsales se acaban tan pronto!!

Mi chiqui y su compi dejan las mochilas a la organización para cambiarse en el punto de cambio que la organización a puesto en el Altel. Mi compi y yo se las dejamos a su madre que nos las traerá más tarde para afrontar la segunda parte de la prueba. Estoy bastante nerviosa.

(Primera parte)



A las 8 de la mañana aproximadamente dan la salida y comenzamos a correr entre la multitud de andarines y corredores que estamos participando en la prueba. De camino al Pantano vemos a un chico súper gracioso con falda escocesa que nos hizo mucha gracia y nos animó un tramo. De momento todo va sobre ruedas. Nada de cansancio y muchas risas, ambiente súper animado que nos lleva hasta la presa. Hemos pasado tantas veces por aquí!!! Hace un día maravilloso y aunque aún hace frío para quitarme el cortavientos no noto ese frescor que hace en el cuerpo. La mochila la llevo bien cargada y de momento no necesito hacer uso de nada de lo que llevo. Pasamos por el pantalár y continuamos hacia el camino del Racó para subir su cuesta y llegar hasta el Cau. Andamos. En el pie de la subida del Cau, justo en la curva, encuentro a Ximo y a Pere ahí, animando a tope!!!! Me alegro de verlos!!!! Ellos son los que me comunican que todos han pasado y van perfectamente, ya solo queda el Pertu que viene detrás desde poco después de salir del pantalár.



Subimos hacia las estatuas del Cau y después rodeamos la sierra para llegar a las antenas. Me siento genial!!!!
Después de subir toca bajar, por lo que corremos.¡¡¡ Correr mola!!!¡¡¡ Y bajar más!!!Llegamos en un plis al campo de golf y de ahí al primer avituallamiento de la carrera.



Avituallamiento 1. Kilometro 12.

 Font del Llop. Entramos corriendo, como tiene que ser según mi compi. Bastante gente voluntaria. Muchas cosas ricas y agua aunque no puedo recargarla porque aún no he bebido nada. Pillo medio plátano y media naranja, también dos vasitos de gominolas, uno de ositos y el otro de moras, directos al bolsillo del chaleco.
Foto y seguimos.

Esta parte está muy bien porque aunque se toca montaña hay muchos sube y baja y muchos llanos también. Corremos cuando bajamos y andamos cuando subimos. De momentos todo está controlado y no hay cansancio. Serra Llarga es un recorrido muy chulo con una zona de verde muy bonita aunque hay como una especie de agua que brota de algún sitio y encharca el camino en  varios tramos un montón por lo que tenemos que estar controlando de no meter el pie en el agua. Fuera cortavientos, ya no hace falta y el sol está apretando bastante. Hace un día buenísimo. En nada entramos en el siguiente avituallamiento, se me ha hecho corto el tramo.



Avituallamiento 2. Kilometro 23. 

Camino de la Mina. Otro poco de fruta y sello del pasaporte. La gente ayuda un montón. Nos recargan el agua, nos ofrecen de todo y nos animan a seguir adelante con muchas ganas y alegría. Las cuatro vamos muy bien. Estamos fuertes!!!!

Continuamos. Esta vez vamos directas hacia el Charly. Este es un buen punto de avituallamiento porque aquí estarán mis padres y mis hijos dándome su apoyo. Me encuentro súper bien pero tengo ganas de llegar para verlos. Entramos en el barranco y el camino hacia hacia el Charly se me hace un poco largo. Sobre todo la zona donde dejamos el barranco y cogemos el asfalto. Además, necesito ir al baño y eso me agobia. Por fin, la última curva hasta el ansiado Charly.



Avituallamiento 3. Kilometro 32. 

Calle Algorfa.¡¡¡ Me alegra tanto ver a mis padres y a mi hija!!!.... mi hijo no ha venido. Lo primero, ir al baño y lo segundo, hablar con mi familia. Mi chiqui va muy bien juntamente con el marido de mi compi, eso me alegra. Han comido y han seguido. Nosotras cogemos algo de comer, mi madre me ha traído dos bocatas. Uno para ahora y el otro lo guardo en la mochila para la cena. Nos despedimos de todos y seguimos hacia la segunda parte de la prueba.


(Segunda parte)


Esta es la peor parte del recorrido según nos han dicho siempre. Es más monótona porque es muy llana y no tiene mucha emoción. De momento vamos bien, ya voy bebiendo más agua y tomando alguna que otra gominola de las mías propias. El bocata de mi madre no me ha entrado, tampoco tenía mucha hambre. La verdad es que el cuerpo me pide agua y dulce y no consigo meterle nada mas.

Avituallamiento 4. El de los Quiles. 

Un hombre muy agradable y majo ofrece su casa para que podamos reponernos. Nos pone agua, café y otras cosas para que continuemos en la carrera mejor que nunca. Es un avituallamiento "no oficial" pero igual de importante que los demás. Seguimos.



Esta parte la afrontamos con tranquilidad. Andamos bastante mas que corremos. No queremos quemarnos. Por mitad del camino aparecen unas chicas del equipo de mis compis que nos animan a seguir y nos acompañan un ratito trotando. Esto nos da subidón. Ya empiezan a aparecer los primeros signos de cansancio. Sobre todo en los pies. Las almohadillas me tienen muerta. Tengo que empezar a apoyar mal para aliviar el dolor. Por lo demás estoy genial. Puedo y quiero continuar. Llegamos al Altet.



Avituallamiento 5. Kilometro 46.
 
El Altet. Aquí vemos a Vicente, un amigo que decide retirarse por una lesión y la verdad, que pena me ha dado. Pero hay que ser realista y saber cuando hay que decir hasta aquí. Siempre puede volver el próximo año. Agua, algo de fruta y seguimos. Yo, a pesar de mis doloridos pies continuo con mis compis hacia la playa. No ando bien. Jolín.



La playa se ve preciosa al fondo. Hace un día de primavera total y estamos en Febrero!! Llegamos a la arena y me viene genial caminar sobre ella. Los pies no me duelen tanto. Noto mucho alivio.  Al salir de la arena aprovechamos para limpiarnos los pies y continuamos andando. ¡¡¡Menuda cuesta la de Arenales!!!

En seguida vemos la zona habilitada por la organización para el cambio de ropa. Aquí se habrán cambiado mi chiqui y el marido de Ana. Nosotras seguimos. Nos imaginamos cambiándonos en este momento con el calor que hace para afrontar la noche, y aun falta mucho para llegar a Elche. Menos mal que tenemos a los papis de Ana que nos llevan la mochila al Charly.

Intentamos correr algo más para no perder mucho tiempo en este tramo. Y entre correr y andar, llegamos a la escuela Angelets.



Avituallamiento 6. Kilometro 58.

 Escuela Infantil Els Angelets. Otra vez un montón de voluntarios velando por los corredores. Ofreciendo su ayuda, agua, alimentos y apoyo. La verdad es que no nos entretenemos mucho y continuamos con nuestra aventura. Todavía queda lo peor de esta segunda parte, llegar a Elche. Este tramo es largo y aburrido, vamos tirando unas de otras.

Cuando nos metemos en el carril bici, nos surge un empujón motivador ya que el siguiente avituallamiento es nuevamente el Charly, donde nos cambiaremos de ropa y nos prepararemos para afrontar nuestra tercera y última parte de la prueba. Estamos muy cerca.



Por fin encaramos el Charly. Antes de alcanzarlo otro numeroso grupo de las chicas del grupo de mis compis nos esperan para alentarnos y felicitarnos por estar ahí. Otra inyección de energía positiva para el cuerpo. ¡¡¡Son Geniales!!!


Avituallamiento 7. Kilómetro 69.

 El Charly. Este punto nos viene perfecto para descansar algo, cambiarnos, no mucho porque hace calor, y equiparnos bien para el tercer y último tramo de la prueba.
En el baño del bar cambio mi sujetador, camiseta y en la mochila pongo la térmica y el cortavientos azul. Lo demás todo igual. Me quito las calzas un momento para ponerme vaselina en los pies pero pongo las mismas porque en la mochila de cambio solo llevo calcetines cortos. Tenia que haber puesto otro par de calzas, me sabe fatal no llevarlas ya que las que llevo tienen algo de arena y volver a poner las mismas no me hace gracia pero no llevo otras. Comemos algo, recargamos el agua, sellamos el pasaporte y a seguir. Creo que estamos preparadas para la siguiente parte. Hemos cogido fuerzas y nos sentimos bien. Le mando un mensaje a mi hija y a mis padres, les digo que me siento fuerte y sigo adelante!!!!

(Tercera parte)

Empezamos con el barranco. Lo hemos hecho tantas veces que no se me hace duro para nada. De hecho, estoy un rato la primera tirando del grupo. Esto es así, a veces tira una, a veces otra, y así nos vamos apoyando. Ya no noto tanto dolor en los pies aunque la molestia está ahí. Puedo seguir, me encuentro bastante bien para llevar más de 70 kilómetros.


Avituallamiento 8. El niño del Tambor. 

Avituallamiento "no oficial". Un grupo de gente desinteresadamente lleva sus cosas para ofrecernos fruta agua y caldo con pelotas del amigo Torregrosa. Buena música y unos bailes por aquí y por allí estamos con una energía que no sabemos de donde sale. Esta gente es super maja!!! Cojo un par de mandarinas y seguimos hacia el Pantano.

La noche empieza a dar señales de que esta cerca. Decidimos que en salir al asfalto antes de la explanada del pantano sacaremos los frontales. Hay militares por varias zonas indicándonos el camino y velando por nuestra seguridad. 

Llegamos al asfalto. Parada breve para sacar los frontales. La pieza trasera no me va. La mía y la de una compi. Pero bueno, vamos las cuatro juntas. Después de la explanada, primero hacia abajo y luego cuesta hacia arriba. Con el cansancio, de estos momento, se nota que hay que tirar más de las piernas pero llegamos con montón de gente animando en el avituallamiento del merendero del pantano. Es noche cerrada, hace frío y ahí están!!! Es increíble la de gente que hay, que maravilla!!!!




Avituallamiento 9. Kilómetro 79. 

Campo de futbol del Merendero. Hay muchas cosas para comer, café caliente y caldo. Aprovecho para ponerme la térmica. Tengo frío bastante frio, me alegra de traerla. También el cortavientos y guantes, tengo las manos heladas. Recargo el agua. Cojo algunas onzas de chocolate y sello el pasaporte. Aquí tenemos a Juanjo, un compi de batallas que viene preparado para acompañarnos hasta el final. También otros amigos del grupo de mis compis dándonos su apoyo. Continuamos.

El tramo está lleno de ojitos luminosos. Se ven perfectamente. El camino hasta la subida del Castro se hace más o menos ameno. Coincidimos en la subida con un grupo de chicos con los que entrenamos algunas veces y con el chico de la falda escocesa. Se le nota el cansancio a tope. Ellos llevan bastones. Nosotras no. Que oscuro esta todo. El cansancio aprieta bastante. Aunque subiendo andamos mucho y restamos cansancio. Las bajadas trotamos todo lo que podemos, cuanto más avancemos más pronto llegaremos a meta. No queda mucho. Solo un avituallamiento más y el siguiente a meta directamente. Que ganas!!

Una vez arriba del castro, toca bajar. Me encanta bajar. Adoro las bajadas. Pero hoy no. Estoy tan cansada que me da miedo no poner el pie bien y caer al suelo en la larga bajada. Otras veces no me pareció tan larga. De noche las cosas se ven diferentes. Ufff, estoy muerta!!!!
Voy quedándome atrás. Mis compis intentan tirar de mi en todo momento. Juanjo se viene conmigo un rato y me anima mucho. La negatividad empieza a acomodarse en mi cabeza. Este tramo se me está haciendo muy muy largo. Ufff que ganas de llegar. Queda demasiado todavía.
Empiezan a aparecer dudas. ¿Llegare a meta? ¿Acabare la carrera? ¿Lo conseguiré? Estoy tan tan cansada!! Me duelen los pies, las piernas,... ya no estoy tan convencida, tengo muchas dudas.


Avituallamiento 10. Kilometro 92. 

Bajada del Castro. Aquí hay menos gente. Es muy de noche y hace frío. Ya vamos quedando menos corredores. Los rápidos ya han llegado a meta y a los andarines aún les queda. Somos muy pocos por aqui. En el avituallamiento hay café, recargamos el agua y poco mas. No queremos entretenernos mucho. Seguimos hacia la última parte del recorrido. Vamos.

Para mi queda una parte complicada. Vamos a pasar cerca de mi casa, una vez lleguemos a Elche. Estoy demasiado cansada y tengo ganas de terminar. Aún queda un tramo duro y mis piernas no responden. Veremos.

Voy la última. El compi que entró a apoyarnos tira de mi. Las chicas van delante. No puedo con mi cuerpo ya. Estoy demasiado cansada y no doy más de mi. Pero continuo y no se ni como puedo poner un pie delante del otro. Llegamos a Elche, guarderías, tentación de ir a casa y no bajar hasta la meta, pero.... he llegado hasta aquí, llevo cerca de 100 km y no queda nada. Ya conozco el terreno y se que estoy muy muy cerca de conseguirlo. Tengo que seguir y no importa lo que las piernas dicen. Ahora escucho a mi cabeza y me dice que continúe adelante. Y así lo hago. Un ultimo esfuerzo.




Consigo adelantar a mis compis. Bajamos al río. Me siento bien y comienzo a correr. Estamos tan cerca que casi escucho al del micro. Ladera y poca gente animando. Tan solo nos cruzamos con algunos corredores moribundos deseando cruzar la línea de meta, como nosotras. Sigo corriendo. Me siento muy bien. No se de donde salen las fuerzas para correr pero ahí están. Inexplicable.  Llego hasta las escaleras y espero a mis compis. Las cuatro cogidas de las manos nos alzamos hacia ese arco tan deseado.



Con más gente de lo esperado allí estaba la meta. Mi mayor meta. Mi mayor reto. Cuatro tigresas que han resuelto la carrera con un récord absoluto. 15h 39min de carrera. Mujeres 15, 16, 17 y 18 llegadas a meta. Menudo carrerón. Ultimo sello en la cartilla y medalla al cuello. Que merecida dios mío!!! Abrazos, besos y lagrimas de alegría por un éxito tan grande. ¡¡¡¡Mi primera Transilicitana!!!!




Al día siguiente arrastre el cansancio. Estaba claro. Aunque dormí súper bien. De hecho, el mismo lunes sentí ganas de salir a correr aunque me prometí a mi misma que durante una semana descansaría 100%. También sufrí las consecuencias de no cambiar las calzas tras la playa, la arena que se coló generaba una ligera fricción que después de tantos pasos, ocasionó que me saliera una enorme ampolla en el talón, gajes del oficio...ya sabia que esto podía pasar y pasó. Pero nada que no pudiera sobrellevar.



Y como no puede ser de otra forma, el próximo año repetiré. Después de todo, ha valido la pena. Tantos días de entrenos y tantas horas. Tantas tiradas largas. Tanta incertidumbre de lo que iba a pasar. Ha valido muchísimo la pena. Lo tengo claro. Claro que repetiré. Porque esta experiencia ya no me la quita nadie y ha sido una maravilla. Como dice Ana, otra que ya no me cuentan!!!! Va a ser cierto eso que dicen que esta prueba el adictiva.





Hasta pronto!!!!!!








Comentarios

Entradas populares